Reina Valera - 19091 PABLO, apóstol, (no de los hombres ni por hombre, mas por Jesucristo y por Dios el Padre, que lo resucitó de los muertos), 4 El cual se dió á sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme á la voluntad de Dios y Padre nuestro; 6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis traspasado del que os llamó á la gracia de Cristo, á otro evangelio: 7 No que hay otro, sino que hay algunos que os inquietan, y quieren pervertir el evangelio de Cristo. 8 Mas aun si nosotros ó un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema. 9 Como antes hemos dicho, también ahora decimos otra vez: Si alguno os anunciare otro evangelio del que habéis recibido, sea anatema. 10 Porque, ¿persuado yo ahora á hombres ó á Dios? ¿ó busco de agradar á hombres? Cierto, que si todavía agradara á los hombres, no sería siervo de Cristo. 13 Porque ya habéis oído acerca de mi conducta otro tiempo en el Judaismo, que perseguía sobremanera la iglesia de Dios, y la destruía; 14 Y aprovechaba en el Judaismo sobre muchos de mis iguales en mi nación, siendo muy más celador que todos de las tradiciones de mis padres. 16 Revelar á su Hijo en mí, para que le predicase entre los Gentiles, luego no conferí con carne y sangre; 17 Ni fuí á Jerusalem á los que eran apóstoles antes que yo; sino que me fuí á la Arabia, y volví de nuevo á Damasco. 23 Solamente habían oído decir: Aquel que en otro tiempo nos perseguía, ahora anuncia la fe que en otro tiempo destruía. |