Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691  ¶ Habiendo muchos tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,  2  tal como nos lo  enseñaron los que desde el principio lo  vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra;  3  me ha parecido también a mí , después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh buen Teófilo,  5  ¶ Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; y su mujer, de las hijas de Aarón, llamada Elisabet.  6  Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.  9  conforme a la costumbre del sacerdocio, salió en suerte a poner el incienso, entrando en el Templo del Señor.  13  Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te engendrará un hijo, y llamarás su nombre Juan.  15  Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.  17  Porque él irá delante de él con el Espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres a los hijos, y los rebeldes a la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo preparado.  18  Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? Porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días.  19  Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado a hablarte, y a darte este evangelio.  20  Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creiste a mis palabras, las cuales se cumplirán a su tiempo.  22  Y saliendo, no les podía hablar; y entendieron que había visto visión en el Templo; y él les hablaba por señas, y quedó mudo.  25  Porque el Señor me ha hecho así en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.  27  a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la Casa de David; y el nombre de la virgen era  María.  28  Y entrando el ángel en donde  ella estaba , dijo: ¡Gozo hallas, amada! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.  32  Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y le dará el Señor Dios el trono de David su padre;  35  Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te cubrirá; por lo cual también lo Santo que de ti nacerá, será llamado Hijo de Dios.  36  Y he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y éste es el sexto mes a ella que era  llamada la estéril;  38  Entonces María dijo: He aquí la criada del Señor; cúmplase en mí conforme a tu palabra. Y el ángel se fue de su presencia.  41  Y aconteció, que cuando oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fue llena del Espíritu Santo,  44  Porque he aquí, cuando llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.  45  Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte  del Señor.  48  porque miró a la bajeza de su criada; Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.  58  Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella.  59  Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban con el nombre de su padre, Zacarías.  65  Y hubo temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.  66  Y todos los que las  oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.  76  Y tú, niño: profeta del Altísimo serás llamado; porque irás delante de la faz del Señor, para aparejar sus caminos;  79  para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; para encaminar nuestros pies por camino de paz.  80  Y el niño crecía, y era confortado del Espíritu; y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró a Israel.   |