Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691  ¶ Sacerdotes, oíd esto, y estad atentos, Casa de Israel; y Casa del Rey, escuchad: porque para vosotros es  el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y red extendida sobre Tabor.  2  Y matando sacrificios han bajado hasta lo profundo; por tanto, yo seré  la corrección de todos ellos.  3  Yo conozco a Efraín, e Israel no me es desconocido; porque ahora, oh Efraín, has fornicado, y se ha contaminado Israel.  4  No pondrán sus pensamientos en volverse a su Dios, porque espíritu de fornicación está  en medio de ellos, y no conocen al SEÑOR.  5  Y la soberbia de Israel le desmentirá en su cara; e Israel y Efraín tropezarán en su pecado; tropezará también Judá con ellos.  7  Contra el SEÑOR se  rebelaron, porque engendraron hijos extraños; ahora los devorará un  mes con sus heredades.  10  Los príncipes de Judá fueron como los que traspasan mojones; derramaré sobre ellos como agua mi ira.  13  Y verá Efraín su enfermedad, y Judá su llaga: irá entonces  Efraín al Assur, y enviará al rey de Jareb; mas él no os podrá sanar, ni os curará la llaga.  14  Porque yo  seré como león a Efraín, y como cachorro de león a la Casa de Judá; yo, yo arrebataré, y andaré; tomaré, y no habrá quien escape.  15  Andaré, y tornaré a mi lugar, hasta que conozcan su pecado, y busquen mi rostro. En su angustia madrugarán a mí.   |