Sagradas Escrituras (Biblia del Oso) - 15691  ¶ Después de esto  Moisés y Aarón entraron al Faraón, y le dijeron: El SEÑOR Dios de Israel, dice así: Deja ir a  mi pueblo a celebrarme fiesta en el desierto.  2  Y el  Faraón respondió: ¿Quién es  el SEÑOR, para que yo  oiga su voz y deje ir a Israel? Yo  no conozco al SEÑOR, ni tampoco dejaré ir a Israel.  3  ¶ Y ellos dijeron: El Dios de los hebreos nos ha encontrado; por tanto nosotros  iremos ahora camino de tres días por el desierto, y sacrificaremos al SEÑOR nuestro Dios; para que no nos encuentre con pestilencia o  con  espada.  4  Entonces el rey de Egipto les dijo: Moisés y Aarón, ¿por qué hacéis cesar al pueblo de su obra? Idos a vuestros cargos.  5  Dijo también el  Faraón: He aquí el pueblo de la tierra es  ahora mucho, y vosotros  les hacéis cesar de sus cargos.  6  Y mandó el  Faraón aquel mismo día a los cuadrilleros del pueblo que tenían el  cargo del pueblo, y a los gobernadores, diciendo:  7  De aquí en  adelante no daréis hornija al pueblo para hacer ladrillo, como ayer y antes de ayer; vayan ellos y recojan hornija por sí mismos.  8  Y habéis de ponerles la tarea del ladrillo que hacían antes, y no les disminuiréis nada; porque están ociosos, y por eso levantan la voz diciendo: Vamos y sacrificaremos a nuestro Dios.  9  Agrávese la servidumbre sobre ellos, para que se ocupen en ella, y no atiendan a palabras de mentira.  10  ¶ Y saliendo los cuadrilleros del pueblo y sus gobernadores, hablaron al pueblo, diciendo: Así ha dicho el  Faraón: Yo no os doy hornija.  13  Y los cuadrilleros los  apremiaban, diciendo: Acabad vuestra obra, la tarea del día en su día, como cuando se os daba hornija.  14  Y azotaban a los gobernadores de los hijos de Israel, que los cuadrilleros del Faraón habían puesto sobre ellos, diciendo: ¿Por qué no habéis cumplido vuestra tarea de ladrillo ni ayer ni hoy, como antes?  15  ¶ Y los gobernadores de los hijos de Israel vinieron y se quejaron al Faraón, diciendo: ¿Por qué lo haces así con tus siervos?  16  No se da hornija a tus siervos, y con todo eso  nos dicen: Haced el ladrillo. Y he aquí tus siervos son azotados, y tu pueblo peca.  19  Entonces los gobernadores de los hijos de Israel se vieron en aflicción, habiéndoseles dicho: No se disminuirá nada de vuestro ladrillo, de la tarea de cada día.  21  les dijeron: Mire el SEÑOR sobre vosotros, y juzgue; pues habéis hecho heder nuestro olor delante del Faraón y de sus siervos, dándoles el cuchillo en las manos para que nos maten.  22  Entonces Moisés se volvió al SEÑOR, y dijo: Señor, ¿por qué afliges a este pueblo? ¿Para qué me enviaste?  23  Porque desde que yo  vine al Faraón para hablarle en tu Nombre, ha afligido a este pueblo; y tú  tampoco has librado a tu pueblo.   |