Génesis 44:18-47:27

RESTAURACIÓN AL FIN DE LOS TIEMPOS

Luego de haber encontrado la copa de plata de José en el costal de Benjamín (Génesis 44:12), los hermanos fueron a comparecer ante José. Al ser Benjamín el cual fue hallada la copa, debía convertirse en siervo de José (Génesis 44:10). Los once hermanos se postraron hasta el suelo delante de José, cumpliendo en parte de uno de los sueños que tuvo José en el cual veía once manojos de trigo que se inclinaban hacia el de él (Génesis 37:7).

En ese momento, Judá intercede por Benjamín. Él se había comprometido a rendir cuentas ante su padre si no lo llegaba a devolver a su presencia. Judá no podía permitir que su hermano lo tomaran como siervo en Egipto alejado de su padre, ¡sin Benjamín, Israel moriría! (Génesis 44:30-31)

Fue entonces, que sucedió lo imaginable. Desponjándose de sus ropas de lino finísimo (Génesis 41:42) atuendo de un príncipe apareció José ante sus hermanos como a un igual a ellos. Aquel hermano en el cual había sido vendido por ellos ante los ismaelitas y no sabían su paradero ¡se había convertido en el señor de Egipto!

Génesis 45:4-11
"Entonces dijo José a sus hermanos: Acercaos ahora a mí. Y ellos se acercaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano, el que vendisteis para Egipto. Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto. Daos prisa, id a mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha puesto por señor de todo Egipto; ven a mí, no te detengas. Habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que tienes. Y allí te alimentaré, pues aún quedan cinco años de hambre, para que no perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes."

José se echó sobre el cuello de Benjamín y lloró, besó a todos sus hermanos y lloró sobre ellos.  ¡Ciertamente un encuentro emotivo entre hermanos! Al final, ¡todo obró para bien!

Viendo Jacob, su padre los carros que José enviaba para llevarlo a su presencia, su espíritu revivió. Así que Israel, se puso en marcha a encontrarse con José. (Génesis 45:27-28)

Ciertamente una historia que nos conmueve, alienta y señala un suceso profético que apunta al Mesías Yeshúa y la restauración de Israel.

Mateo 15:24
"Yeshúa dijo: No soy enviado sino a las ovejas perdidas de la casa de Israel."

Así como José, Yeshúa se despojó de su gloría para tomar forma de siervo, hecho semejante a nosotros, haciéndose obediente hasta cumplir su muerte en el madero para dar su vida por nosotros (Filipenses. 2:5-8).

Juan 11:49-52
"Entonces Caifás, uno de ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ni pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Esto no lo dijo por sí mismo, sino que como era el sumo sacerdote aquel año, profetizó que Yeshúa había de morir por la nación; y no solamente por la nación, sino también para congregar en uno a los hijos de Dios que estaban dispersos."

Tanto los hermanos de José, como algunos del pueblo de Dios no reconocieron la identidad de Yeshúa (Génesis 42:2, Juan 1:11), pero viene la hora y ahora es; que pasará un suceso similar al encuentro de José con sus hermanos (Zacarías 11:10, 13:6) dándole vida por medio de gran liberación.

Ezequiel 37:19-24
"Así ha dicho YHVH Adonai: He aquí, yo tomo el palo de José que está en la mano de Efraín, y a las tribus de Israel sus compañeros, y los pondré con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano. Y los palos sobre los que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos, y les dirás: Así ha dicho YHVH Adonai: He aquí, yo tomo a los hijos de Israel de entre las naciones a las cuales fueron, y los recogeré de todas partes, y los traeré a su tierra; y los haré una nación en la tierra, en los montes de Israel, y un rey será a todos ellos por rey; y nunca más serán dos naciones, ni nunca más serán divididos en dos reinos. Ni se contaminarán ya más con sus ídolos, con sus abominaciones y con todas sus rebeliones; y los salvaré de todas sus rebeliones con las cuales pecaron, y los limpiaré; y me serán por pueblo, y yo a ellos por Dios. Mi siervo David será rey sobre ellos, y todos ellos tendrán un solo pastor; y andarán en mis preceptos, y mis estatutos guardarán, y los pondrán por obra."

Yeshúa enviará a sus ángeles para recogernos de los cuatro puntos de la tierra y nos llevará a la Tierra Prometida, la Nueva Jerusalén para estar a su lado para siempre. Las ovejas que siguieron fielmente su voz y que fueron confiadas por su Padre; nadie las arrebatará de su mano. Él no hará perder ni una de las ovejas de su pueblo, Israel.

Romanos 11:25-26
"Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel ceguera parcial, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito".

Así que Adonai YHVH está dando tiempo a que los gentiles se arrepientan y se "conviertan" volviendo a la senda antigua; al camino de obediencia a sus mandamientos dando lugar a la restauración de todas las cosas que será el precedente al regreso de nuestro Mesías Yeshúa. (Hechos 3:19-21)


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"YHVH te bendiga y te guarde; YHVH haga resplandecer su rostro sobre tí,
y tenga de tí misericordia; YHVH alce sobre tí su rostro y ponga en tí paz."
- Números 6:24-26